Monday, March 28, 2005

Perdón por el montaje de sonrisas, ese estúpido prólogo de algo que parecía terminar sin desenlace.
Perdón por la ausencia de música y perdón por cerrar las maletas sin avisar.
Perdón por mentir con el " mañana vuelvo ".

He estado de viaje.
Pasé varias semanas en la sala de un viejo cine que ya no funciona.
Descalza sobre la moqueta, cerrando los ojos y acordándome de las extrañas posturas.
Ese viejo cine, donde se mezclan palomitas, risas y caricias aprovechando la oscuridad y la atención ausente.

He estado de viaje.
He paseado durante varios días por el corazón de alguien demasiado melancólico, y he tenido que pedir perdón ( de nuevo ) muchísimas noches más.
Será que estos son malos tiempos para soñadores.

He estado de viaje.
He conocido y desconocido.
He reído y he llorado como no lo había hecho en años, me he saltado las normas de la coherencia, he brindado por todos mis fracasos y he escogido la derrota más amarga, pero la más bonita.
Y saben?
Esto solo acaba de empezar.

Algunos no entenderán lo que intento explicar, quizá haga falta leerlo dos veces o quizá lo divertido de esto es precisamente no entender nada de nada.
Que al fin y al cabo todo siempre es igual, incomprensible.

Y poco más puedo decir hoy, solo salí a la calle ha pedirles perdón y a regalarles un beso muy especial.
Un beso que tienen que imaginar.
Un beso donde los amantes carecen de gravedad.

Una vez me lo regalaron a mi, y nunca lo he olvidado.