Monday, December 20, 2004

Conozco a mucha gente que a menudo cuenta historias inventadas para conseguir cierto tipo de objetivos.
No hablo de historias sobre trifulcas, ni historias sobre leyendas que alguien inventó un día y fueron pasando de boca en boca.
No hablo de historias con colores y dibujos, ni de aquellas que han pasado de generación en generación.
No hablo de esa historia que todos sabemos y nadie se atreve a contar, ni de aquella que un día soñamos y olvidamos escribirla para recordarla al día siguiente.

Hablo de historias que por algún motivo especial han contado alguna vez, o quizá la cuenten siempre. Por necesidad, por placer o por simple curiosidad de saber la respuesta del que la escucha.

Pocas veces tengo conversaciones que lleguen a límites personales. Cuando digo límites personales, me refiero a esas conversaciones que si se forzaran serían capaces de hacerte llegar al mar de lágrimas.
Mi muñeca derecha tiene una pequeña cicatriz.
Llámenme loca por jugar con ese tipo de cosas, pero no es un juego cualquiera.
Es mi juego, y mi imaginación. Además siempre acabo diciendo que es broma.

Me pongo seria y digo que tengo un gran secreto que contarle. Que fueron momentos duros, de gran angustia.
Creo que en esos momentos me tienen un poco de miedo, suelen sentarse más cómodos, me miran menos a los ojos y hablan con muchos puntos suspensivos.
Hace tiempo que ya no se lo cuento a nadie.. será que me estoy haciendo vieja y ya no me gustan las falsas historias?

Cuéntenme una historia, su historia. Quizá así deje de tener esta imaginación tan escabrosa y empiece a contar mentiras un poco más normales.





8 Comments:

Anonymous Anonymous said...

La gente se asusta cuando les abres un poquito de tu vida. Es como la persona que a un "¿que tal?" no contesta con un sonoro "¡bien!", que ya se le empieza a mirar raro. Así que claro, seguro que cuando cuentas esa historia la gente se asusta no ya tanto por el miedo en sí a la historia (que seguro que tienen!) como por el miedo a que les estés contando algo tan personal, tan... tan tuyo, ¿no? Que raro que nos de tanto miedo conocernos, pensé que eramos animales sociales!

Me gusta como escribes.

4:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

Si yo te contara mi historia, creerías que miento. Y es que en Asturias, hace muy pocos días, la vida me ha demostrado que si giro mis pasos diez años atrás en el tiempo, encontraré la sonrisa de una niña mucho más bonita de lo que yo imaginaba. Una sonrisa más que hermosa, una sonrisa bárbara.

Cristof

2:38 AM  
Blogger elHijoDelFonk said...

Las historias mas fascinantes se estan escribiendo ahora.Son historias reales, hermosas, historias que te provocan nudos en el estomago, y a la vez te dibujan una temblorosa sonrisa en la cara.

Historias que escribimos con nuestras voces y nuestras miradas, escritas en la levedad de un momento, guardadas en ningun libro, pero que al fin y al cabo son las que nos hacen sentirnos vivos.

6:03 AM  
Blogger Arturo said...

Uno no es mentiroso solo porque se quiera mentir, ocultar o alcanzar algo, antes ha de tenerse la necesidad de engañarse a uno mismo, pero si eres capaz de estar conciente de esa necesidad, he allí donde se encuentra la verdadera sinceridad, y es claro que tu eres muy conciente de ello.

Al fin de cuentas, ¿Qué es la sociedad si no una gran mentira que nos hemos inventado?. Relacionarse es el juego, y lo que hacemos para relacionarnos las jugadas.

11:58 AM  
Blogger Paula said...

Contame esa historia en la que abrazarte no suena tan absurdo. Contame esa historia y creétela cuando te abrace.
Nada, que los escépticos que dicen que todo es mentira, que los dogáticos que dicen lo contrario, escriban su autobiografía. Alguien está confundiendo algo.
No nos conocemos, saludos!

5:43 PM  
Blogger el Biter said...

cheeeee... a ver si actualisamo de ves en cuando que a los que no firmamos también nos gustó venir a visionar la peich, que chévere.

3:07 PM  
Blogger Lince said...

véase usted "Big Fish" caballera, igual disfruta como una enana.

al fin entré en su blog, es mejor de lo que me esperaba.
(reverencias, volteretas y cabriolas)

3:43 AM  
Blogger A-X said...

¿Te cuento?
Una vez...
la encontré.
Y sabía que era ella, la mujer de mis sueños.
Tenía tus ojos
Quise decir algo y no podía.
No me salían las palabras.
Y no... silencio.
Mientras me despertaba, pensaba en la irrevocabilidad de este despertar.
Y mientras me escurría del sueño... me odié por no haberle pedido el teléfono.

Me gusta tu blog. Mucho.

Andy

5:51 AM  

Post a Comment

<< Home