Monday, December 06, 2004

Cuando era pequeña quería ser princesa, como todas las niñas de mi edad.

Ellas soñaban que vestían lujosos vestidos de seda, con enormes coronas llenas de brillantes.
Que desayunaban platos llenos de fresas con nata y cenaban caramelos rellenos de chocolate.
Ellas soñaban con su príncipe azul montado a caballo, con una larga melena rubia y una espada que les salvaría de todo tipo de problemas.

Todas soñaban lo mismo y se lo contaban unas a otras entre risas y galletas. Esos escasos minutos diarios eran casi necesarios, les brillaban los ojos y veían quien era la que soltaba la barbaridad más grande.

Yo era como ellas, bailaba cualquier sonido parecido a música, destripaba muñecos de peluche y discutía por ser la líder del escondite.
Cuando era pequeña quería ser princesa, pero no ese tipo de princesas.
No soñaba con ningún príncipe azul, no desayunaba fresas con nata ni quise aprender nunca a montar a caballo.
Nunca me gustó la seda y siempre preferí la plata a los brillantes.
Yo quería comprar ropa cuando llegaran las rebajas, merendar a las nueve de la noche y escribir cartas a alguien que no existe.
Yo quería llorar con las canciones de amor y resolver mis problemas sin golpes de espada.

Cuando era pequeña quería ser princesa, ahora quiero ser pequeña.


3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

triste el hombre al que no le queda nada de niño.

6:48 AM  
Blogger el Biter said...

De lo cual deduzco que ahora eres princesa... como mi tanga, fijate!! xD

(si, ya se que no se lleva ir de graciosito en los Blogs, pero es para compensar el excedente de vargasllosas que tiene el universo blogger)

3:25 PM  
Blogger Arturo said...

En un mundo donde hay tanta gente y cada vez hay más, y más. ¿Como no sentirse pequeño?, o peor aún, insignificante. Cuando somos niños el mundo es solo lo que podemos sentir, y todo parece girar en torno a ti, asi que quizás lo que quieras ser en realidad es ser grande, "de nuevo".

8:00 AM  

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